Critica a la critica al movimiento moderno
¿Quienes fueron los impulsores de la primera experiencia en arquitectura moderna? ¿Que balances existen?
Lecorbusier , Colonia Weissenhof |
Mies Van de Rohe,Colonia Weissenhof |
Primero reproducimos un fragmento de Van der Woude sobre limitada experiencia de los Nuevos Constructores en el
primer país obrero, donde se realizaron planes quinquenales estratégicos de industrialización
y desarrollo urbano a gran escala con más de 1000 nuevas ciudades. Para las conclusiones sobre como seria el libre
desarrollo del urbanismo y la arquitectura, en una sociedad socialista avanzada
y liberada hace generaciones de la explotación del hombre por el hombre, nos basamos en Literatura y revolución de Trotsky. Como bonus track cierra Frank Loyd Wright reflexionando sobre el capitalismo y el socialismo.
En La vivienda popular en el Movimiento Moderno leemos:
…[En las potencias capitalista en crisis y durante el ascenso de la derecha reaccionaria]... Después de 1930 resulta evidente que los
Nuevos Constructores no habían tomado demasiado en serio la resistencia siempre
presente de la opinión pública. A causa de sus relaciones defectuosas con ésta,
se convirtieron en un blanco fácil después de 1933, a veces solamente por
no ser lo suficientemente arios. Muchos emigraron. “Allí es donde finalmente irá ese bolchevique judío,
en donde se siente como en casa”, escribiría el periódico Oberthessische Zeitung sobre Werner Hebebrand ya en 1930, cuando siguió a Ernst
May para ir a trabajar en la Unión Soviética.
A
parte de las injurias, los arquitectos que se mudaron a Rusia por motivos de
trabajo estuvieron de acuerdo con tal pronunciamiento. La Unión Soviética aparecía
ante los Nuevos Constructores como un formidable terreno en el que trabajar. En
1920 el país tenía que comenzar su Revolución Industrial, con unos 70 años de
retraso con respecto a la
Europa Occidental. Los problemas coincidían con los que
Occidente tuvo en el siglo XIX: una masa ingente de campesinos y agricultores
tuvieron que emigrar a las ciudades, necesitando por tanto ser provistos de
vivienda. Para las cerca de 350 ciudades industriales nuevas que debían de ser sacadas
de la nada mediante el primer plan de 5 años (1928), era necesario un programa
de construcción de viviendas creado, controlado y coordinado por la Gosplan, (oficina central
de planificación)…
Las
dimensiones completas del programa incluían millones de viviendas nuevas, miles
de fábricas, oficinas, edificios al aire libre, escuelas, hospitales,
estaciones, edificios para el ocio, reuniones y congresos. La imagen de esta
gigantesca operación es un rompecabezas del que sólo poseemos algunas piezas
que debemos agradecer sobre todo a los informes de arquitectos extranjeros que
fueron puestos al servicio del gobierno ruso alrededor de 1930 como
especialistas en la planificación y puesta en marcha de los programas de
construcción, así como de los ingenieros americanos, atraídos para consolidar
la industria pesada…
En 1930 Ernst May entró con veinte
colaboradores más al servicio del gobierno ruso. La primera misión encomendada a la brigada de May hacía
referencia a la fundación de Magnitogorsk, una nueva ciudad para 200.000
habitantes. En torno a los recién construidos Altos Hornos se instalaron en
poco tiempo 100.000 personas; eso sí, en chabolas, tiendas y barracas. En tres
meses la brigada de May tuvo los planos listos aprobándose seis meses después. No
se sabe a penas de la contribución de los arquitectos modernos rusos a esta
campaña de construcción de viviendas, pero sí que existe una cierta idea de las
discusiones sobre arquitectura que tuvieron lugar en Moscú en los años veinte. La
primera organización de arquitectos modernos, ASNOVA (Asociación de Nuevos
Arquitectos, 1923) se centró en los aspectos visuales de la arquitectura moderna,
sus posibles efectos psicológicos y sus aplicaciones. La OSA (Asociación de
Arquitectos Modernos, 1925) se interesó por el
contrario por aspectos más materiales como la investigación de la
prefabricación y estandarización y las consecuencias de la técnica en el
diseño. La OSA (más tarde SASS, Sección de Arquitectos para
la
Arquitectura Socialista, llamados a sí mismos Constructivistas) y la ASNOVA, es decir,
formalistas y racionalistas, fueron los representantes de la Nueva Construcción
en Moscú y quizás, en toda la Unión Soviética.
En 1929 se une a éstas la WOPRA
(Asociación Pan-rusa de Arquitectos del Proletariado) que reclamaba el monopolio
de la ideología ortodoxa del proletariado combatiendo por tanto las otras dos
ideologías. Las contradicciones aparecían sin embargo más claramente en los
debates que en los diseños mismos. No obstante, muchos de los diseños eran
demasiado fantásticos como para poder llevarse a cabo, o demasiado sólidos como
para poder llamarse arte plástico (los impulsos creativos de artistas como
Tatlin, Rodchenko, El Lissitzky y Malevich eran contundentes).
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Torre Tatlin |
La OSA era comprensiblemente la
más apta para llevar a cabo las exigencias del programa de construcción relacionado
con el plan quinquenal. Moisei Ginsburg, figura central de la OSA y director del periódico Sovremmenaja Architektura (Arquitectura Moderna, 1926-1930) y otros
cuatro miembros de la OSA:
M. Barsch, A. Pasternak, G. SoemSjik y W. Vladimirov trabajaban en el Gosplan
en el departamento Stroikom (Abreviatura de "Comité para la construcción”).
Stroikom elaboró modelos y proyectos para la vivienda mínima racional, como los
tipos de la A a la F de 1928, que iban desde la vivienda
con más de una habitación, “al apartamento de 27m2, (9m2 por persona) que resulta tan económico como el del 54m2. Semejante “célula habitable” de 9 e incluso 6 m2 por persona implicaba la realización de cierto
número de actividades fuera de la misma (servicios comunes). Los edificios de vivienda más grandes
incluyeron por ello en sus diseños servicios como cocinas comunes,
salones-comedores, lavanderías, espacios para el ocio o guarderías. La
justificación de esta colectivización en la vivienda no fue en primera
instancia por la necesidad de construir de forma barata y eficiente, sino por
la ideología política que otorgaba mayor valor a lo colectivo que al individuo
y estimulaba el crecimiento social de éste dentro de los cauces de la
colectividad: la forma de vivienda colectiva como “condensador social”
(Ginsburg).
Un ejemplo radical de esta idea fue la comuna de Barsch y Vladimirov (1929, figura 19), un edificio con fachadas de 200 metros de largo y 10 plantas en el que se analizaba detalladamente a la familia tradicional: en el ala principal vivían 1.000 adultos y en el resto, 680 niños. Ambos grupos estaban dotados de servicios colectivos propios.
La
parte privada del habitar recayó en el tipo “unidades E” de Stroikom. Se ideó
un esquema para los habitantes que normalizaba sus
jornadas diarias prefijadas hasta el minuto. Se trataba de planes demasiado extremos para llevarse a la
práctica. En la misma época los estudios de Stroikom fueron probados con escalas más modestas por encargo
del Ministerio de Finanzas en el edificio de viviendas de Novinski Boulevard (Ginsberg y
Milinis, 1928-29; figura 20, compárese con figura 21).
Un bloque de 82 m. de largo con 6 plantas:
conectadas por dos galerías. De los demás proyectos de construcción de viviendas llevados a cabo de
idéntica forma y con el mismo tamaño no se poseen tantos detalles. Por el discurso de May se
infiere que sí que siguió llevándose adelante la vivienda con servicios comunitarios o comuna ya que el 25%
de las viviendas nuevas fueron construidas con esa intención.
La Unión Soviética significó en el año 1931 la tierra prometida
para muchos arquitectos modernosde la Europa central y occidental. Allí parecía haber trabajo
a raudales mientras que aquí había paro. Allí reinaba el idealismo y acá el derrotismo.
El país era el lugar ideal para la Nueva Construcción con su confianza en la planificación, su ideal
de igualdad social con su ruptura con la cultura burguesa que permitía construir
atendiendo a unos datos sociales, biológicos y económicos actuales, libres de
la tradición.
Los
intereses particulares tales como la propiedad privada no existían y la
administración central actuaba simultáneamente como demandante, contratista, proveedora
de material de construcción, legisladora, representante de los habitantes, financiadora y
podía actuar por tanto como un poderoso motor. Pero la realidad las posibilidades decepcionaron. [Nota del blog: limitada
por el cerco capitalista y la derrota las revoluciones a manos del fascismo en Europa de la mano de la politica de los PC burocratizados]
La estética de la construcción moderna
en hormigón, vidrio y acero no pudo realizarse ya que estos materiales tuvieron
prioridad en la industria y escaseaban en la construcción, incluso en la forma de
clavos y tornillos; lo que verdaderamente sobraba era la madera. Otros
obstáculos fueron la creciente burocracia y las vías de transporte, largas y defectuosas.
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Proyecto para el Palacio de los soviets tambien de LC. |
La experiencia en los oficios de la construcción era escasa. La mayoría del trabajo tenía que ser realizado por campesinos sin escolarizar. Estos obstáculos y la gran producción dieron prioridad absoluta a la sencillez del diseño y la estandarización, pero la monotonía y la mala calidad fueron el resultado en muchas ocasiones. May utilizó solamente 15 tiplogias para 250.000 viviendas en las cuencas del Donetz.
El destino de la Nueva Construcción
se decidió cuando en 1932 no solamente por estas desfavorables circunstancias, sino también cuando los círculos
gobernantes, con Stalin a la cabeza, se les pusieron en contra. El partido hizo fusionarse a todas las
asociaciones de arquitectos con la
SSA, la nueva y poderosa Unión de Arquitectos Soviéticos, en
la cual los anti-modernistas llevaban la voz cantante. Con ellos el nuevo partido determinó el nuevo aspecto
de la arquitectura rusa: el “Realismo Socialista” que descendía directamente del academicismo del
siglo XIX. La crítica a los extranjeros aumentó, y con ella el éxodo.
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Proyecto ganador para el Palacio de los soviets. Horible torta de cumpleaños neoclasica |
Al movimiento se le denominaba ahora: producto de importación occidental insensible y tecnocrático. Werner Hebebrand, que partiría de Alemania en 1930 por su condición de “bolchevique” fue calificado en 1932 en Moscú de funcionalista capitalista. En 1938 todos los arquitectos extranjeros habían abandonado el país. Entre ellos se encontraban los más conocidos: Ernst May, Bruno Taut, Hans Schmidt, André Lurçart, Fred Forbat, Grette Schuette-Lihotzky, Mart Stam, Johan Niegeman, el ingeniero J. B Van Loghem y Hannes Meyer -este último, ex-director de la Bauhaus, aún habiendo desempeñado un puesto importante con gran convicción e iniciativa y habiendo seguido obedientemente al partido en el desenmascaramiento del funcionalismo como truco capitalista, fue considerado persona non grata….”
Al
finalizar el analisis de Van der Woude , cabe preguntarnos como se habría desarrollo
los Nuevos Constructores, si la conservadora burocracia gobernante de la URSS hubiera sido derrocada
por la movilización de los trabajadores y lograban reestablecer la democracia soviética sobre la cual se fundo el primer Estado obrero, así como si los trabajadores de otros países hubieran
expropiado las grandes industrias de occidente en beneficio público. Recordemos los multimillonarios recursos que la clase capitalista y la casta burocratica destinaron a la a carrera armamentista y en tener un estilo de vida acomodado.
Para tener un acercamiento de cómo seria la situación una vez vencida la resistencia de los capitalistas a nivel mundial, luego de muchos años de de revolución, contrarrevolución, flujos y reflujo, veamos en Arte revolucionario y arte socialista, la visión de Trotsky, dirigente de la Oposición de Izquierda hasta su muerte a manos de un sicario de Stalin.
Para tener un acercamiento de cómo seria la situación una vez vencida la resistencia de los capitalistas a nivel mundial, luego de muchos años de de revolución, contrarrevolución, flujos y reflujo, veamos en Arte revolucionario y arte socialista, la visión de Trotsky, dirigente de la Oposición de Izquierda hasta su muerte a manos de un sicario de Stalin.
“…Si en Rusia
había menos materiales culturales a destruir que en otros países, y las
destrucciones han sido mayores y la reconstrucción progresa con mayores
dificultades, no resulta sorprendente que hayamos descuidado la arquitectura,
la más monumental de las artes.
Hoy día
empezamos poco a poco a empedrar las calles, a rehacer las canalizaciones, a
terminar las casas que quedaron sin terminar, y, sin embargo, sólo estamos en
el principio. Hemos construido en madera los pabellones de la Exposición Agrícola
de Moscú de 1923. Pero todavía tenemos que esperar antes de construirlos en
gran escala.
…No hay duda de que en el futuro, y sobre todo en
un futuro lejano, tareas monumentales como la planificación nueva de las
ciudades-jardín, de las casas-modelo, de las vías férreas, de los puertos,
interesarán además de a los arquitectos y a los ingenieros, a amplias masas
populares. En lugar del hacinamiento, a la manera de los hormigueros, de
barrios y calles, piedra a piedra y de generación en generación, el arquitecto,
con el compás en la mano, construirá ciudades-aldeas inspirándose solamente en
el mapa. Estos planos serán sometidos a discusión, se formarán grupos populares
a favor y en contra, partidos técnico-arquitectónicos con su agitación, sus
pasiones, sus asambleas v sus votos.
La
arquitectura palpitará de nuevo en el hálito de los sentimientos y de los
humores de las masas, en un plano más elevado, y la humanidad, educada más
“plásticamente”, se acostumbrará a considerar el mundo como una arcilla dúctil,
apropiada para ser modelada en formas cada vez más bellas. El muro que separa
el arte de la industria será derruido. En lugar de ser ornamental, el gran
estilo del futuro será plástico. En este punto los futuristas tienen razón. No
hay que hablar por ello de la liquidación del arte, de su eliminación por la
técnica….
Dueño de
su economía, el hombre alterará profundamente la estancada vida cotidiana. La
necesidad fastidiosa de alimentar y educar a los niños será eliminada para la
familia, debido a la iniciativa social, la mujer saldrá por fin de su
semiesclavitud …El modo de vida comunista no crecerá ciegamente, como los
arrecifes de coral en el mar. Será edificado de forma consciente. Será
controlado por el pensamiento crítico. Será dirigido y corregido. El hombre,
que sabrá desplazar los ríos y las montañas, que aprenderá a construir los
palacios del pueblo sobre las alturas del Mont Blanc o en el fondo del
Atlántico, dará a su existencia la riqueza, el color, la tensión dramática el
dinamismo más alto. Apenas comience a formarse en la superficie de la
existencia humana una costra, estallará bajo la presión de nuevos inventos y
realizaciones.
No, la
vida del futuro no será monótona…”
Como bonus track dejamos unas palabras de Frank Lloyd Wright que a principios de 1930 decia en una entrevista a La Verdad, y a pesar de que sus clientes eran empresarios y trabajo nunca le falto para hacer torres de corporaciones, que no confiaba en el sistema capitalista:
"El sistema capitalista es como un juego de apuestas. Es difícil de curar a los adictos al juegos, y todos en este país parecen preferir la oportunidad de ganarse una gran fortuna antes que el trabajo lento de crear una riqueza personal”, y por la positiva describia las virtudes del proyecto soviético: " Veo a la URSS como un esfuerzo heroico tratar de establecer los valores humanos más auténticos en un estado social que cualquiera existente antes. Su heroísmo y devoción me conmueven profundamente con una gran esperanza "
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Casa de la Cascada |
Se agradece los tip del colega de FADU, Juan Ignacio.